La película Ritmo y seducción (de Liz
Friedlander – con Antonio Banderas) nos cuenta la historia de un profesor de
baile de salón Pierre Dulaine, Cierta noche el maestro ve a un chico golpear un
auto al notar su presencia éste escapa y
en el suelo queda tirada una tarjeta identificatoria del propietario del auto
(la directora de una preparatoria) y decide ir a verla. Al encontrarse con ella, se da cuenta que su actitud manifiesta desinterés por la situación de este grupo de al que llama “los problemáticos” (están en un lugar apartados del resto de los alumnos de la institución) y les habla
de ellos con desánimo y conformismo. Pierre se propone conocer la realidad de
estos adolescentes y resuelve ayudarlos poniendo en juego su pasión por el
baile como una propuesta para la superación de la marginación y el abatimiento
que atraviesan.
En los primeros encuentros los alumnos hacían que la clase sea hostil con conductas agresivas y altaneras. Lo rechazan más cuando se enteran que él quiere enseñarles a bailar.
Él por
medio de su dedicación logra derrumbar las barreras que lo separan y por el proceso
de aprendizaje del baile logra que los alumnos superen situaciones de
discriminación, pobreza, extrema violencia, y depresión, en paralelo con las complejidades
propias de la adolescencia.
Con el tiempo el profesor será la guía de sus
alumnos. Los alentará para esforzarse para ganar un concurso de baile. Durante
este lapso aprenderán lecciones acerca del orgullo, el respeto y el honor. Hasta
crean un estilo nuevo combinando el baile de salón clásico de Dulaine con su
propio estilo hip-hop.
Como afirma (Héctor M. Mayol) “En la
actualidad en las mayorías de las ciudades se da la multiculturalidad, es decir, la expresión de múltiples culturas en
el espacio urbano. La existencia de estas ciudades multiculturales se origina
principalmente en el fenómeno de las migraciones que en este siglo se han dado
como nunca antes en la historia de la humanidad”. La multietnicidad es una
característica que también marca a las grandes ciudades de nuestro tiempo”.
Esta multiculturalidad y multietnicidad se da en la escuela del profesor Dulaine.
Esta circulación cada vez más libre y
frecuente de personas, capitales y mensajes nos relacionan cotidianamente con
muchas culturas, nuestra identidad no puede definirse ya por la pertenencia exclusiva a una comunidad nacional, el
objeto de estudio no debe ser sólo la diferencia, sino también la hibridación. Las nuevas tecnologías de
la información (TICs), como Internet, han abierto espacios de hibridación altamente
dinámicos por sus potencialidades comunicativas. Hoy la identidad, aún en
amplios sectores populares, es poliglota, multiétnica, migrante, hecha con
elementos cruzados de varias culturas. García Canclini comparte la visión de
que, más que identidad, hay identidades y pertenencias múltiples que dan lugar
a culturas híbridas. Una muestra de la hibridación cultural se da en la
película cuando los alumnos crean un nuevo estilo de baile combinando el baile
de salón clásico con su estilo propio el hip hop.
Esta nueva realidad social nutre también a la
escuela sobre todo por la presencia directa de personas o grupos de distintas
étnicas, culturas, religiones y por la permeabilidad a los fenómenos sociales
que se dan en su entorno. Es un ejemplo de ello la escuela del docente de baile
de salón.
La educación no puede obviar la multiculturalidad (característica cada
vez más presente en las sociedades actuales) debe plantearse la necesidad de
una renovación así como el compromiso de la planificación de metodologías más sensibles
que den respuestas a la escuela multicultural.
Las exigencias actuales que recaen sobre la
educación y los educadores implica no sólo la transmisión de conceptos sino
también el esfuerzo por crear un marco de convivencia para una sociedad que
demanda igualdad. Estos requerimientos pueden ser cubiertos a través de uno de
los modelos curriculares existentes, el multicultural,
que es el que caracteriza casi la totalidad de nuestro sistema educativo, y el
currículo intercultural que es hacia
donde deberíamos dirigir la práctica educativa ya que supone, el ideal de la
convivencia. .
No como en la escuela de la película que se no ve la intención de evitar la
discriminación para asegurar la integración de estos jóvenes problemáticos que
son castigados por sus malas conductas, actitudes y faltas de disciplinas.
“Por
tanto, la escuela aparece como un lugar de encuentro donde se cruzan y se
enriquecen los diversos modelos culturales, como un espacio privilegiado donde,
frente a las desigualdades, se ofrece la posibilidad de reconocer la igual
dignidad de todos. En consecuencia, la escuela debe pasar de ser una
reproductora de la cultura mayoritaria, o dominante, a ser generadora de
construcción (Jordán, 1996; Aja y otros 1999)”.
“La
educación intercultural es la educación centrada en la diferencia y pluralidad
cultural más que una educación para los culturalmente diferentes (Jordán,
2001)”.
“La educación intercultural tiene como
objetivos proporcionar al alumnado las competencias sociales necesarias, para
sus relaciones con los demás, así como el enriquecimiento multicultural
propiciado por intercambios en los que tiene oportunidades variadas de
comunicación y cooperación tan necesarios hoy en la convivencia diaria
(Morales, 2000,9)”.
Dentro de estas nuevas sociedades
principalmente en los habitantes de las grandes ciudades está cambiando la
distribución de los tiempos de ocio.
El ocio se ha vuelto digital e
interactivo pero, sobre todo, intersticial. Se escurre entre las tareas para el
colegio, en los tiempos de espera, durante los cortos desplazamientos. La
recepción móvil favorece el empleo de estas burbujas para acceder e incluso
producir y compartir contenidos que, generalmente, son brevedades. El ocio intersticial no es una ruptura
suave con la rutinización tradicional de las pautas. Es hijo de la
hiperconectividad y de la mediatización de las relaciones familiares, sociales
y profesional. Es también producto de la flexibilidad.
Para Roberto Igarza, esta "sociedad digital,
hiperconectada y entretenida" representa una nueva etapa en la sociedad de la información, caracterizada por una sobreproducción y oferta de contenidos
que impactan sin pausa en todas las actividades humanas. La vieja frontera
entre el tiempo laboral y el tiempo libre se ha diluido. Y esto se advierte con
mucha fuerza en el público joven”.
Las nuevas generaciones entremezclan
producción y entretenimiento de manera muy distinta de las generaciones
anteriores. Los nuevos medios y los dispositivos móviles juegan un rol
protagónico en la vida de las personas y en su consumo cultural. La recepción
móvil sobre todo favorece el empleo de estas burbujas para acceder e incluso
producir y distribuir contenidos que, generalmente, son brevedades.
La comunicación móvil nos introduce en el
reinado de la improvisación, negando la necesidad de planificar con
anterioridad. Lo que interesa es tener acceso a la Red. La accesibilidad es tan
importante como tener acceso a la Red.
La conectividad se transforma en un atributo
de todos los organismos sociales que desean estar incluidos en el proceso de
globalización que tiende a acelerarse. Esta tendencia resalta la relevancia de
las redes de información que vinculan ciudades, países, regiones y continentes,
haciendo posible la globalización de la información.
Las redes son obicuas. Su consumo ya no está reservado a un dispositivo, a una
hora determinada del día o a los espacios privados. Son parte de la vida diaria
de millones de empleados y estudiantes.
Ámbitos totalmente diferentes, como la
educación y el esparcimiento, constituyen ahora espacios entrelazados y
coexisten con flexibilidad.
La escuela debe tomar estos dispositivos
móviles (creadores de tiempo de ocio) como herramientas de aprendizaje para
poder aplicarlos en las actividades de la currícula dados que dichos medios
tiene una importancia significativa para la adquisición de capital cultural.
Porque el profesor se levanta a abrirle la puerta a las mujeres?
ResponderEliminarCual es el rol de la familia?
ResponderEliminar¿Qué rol cumple la escuela y la familia?
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